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domingo, 10 de abril de 2011

Lecturas para el domingo 10 de abril


Ezequiel 37,12-14

12 Por eso, profetiza. Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: He aquí
que yo abro vuestras tumbas; os haré salir de vuestras tumbas, pueblo mío,
y os llevaré de nuevo al suelo de Israel.
13 Sabréis que yo soy Yahveh cuando abra vuestras tumbas y os haga
salir de vuestras tumbas, pueblo mío.
14 Infundiré mi espíritu en vosotros y viviréis; os estableceré en
vuestro suelo, y sabréis que yo, Yahveh, lo digo y lo haga, oráculo de
Yahveh.»

El poder para dar vida...

El profeta nos presenta un mensaje de esperanza de júbilo, nos dice que que el tiene el poder de dar vida, que puede abrir nuestras tumbas, y la vida, no sólo literalmente, claro que puede, pero también nos habla, de la tumba que hay que salir, es de esa tumba espiritual, en la que tanto caemos, y muchos están, cuando estamos navegando en dos aguas, que vamos a las iglesias pero estamos encerrado en el chisme, de la boca brota fuego, de tanta maledicencias, pero también inmerso en juegos de azar, vicios por doquier, el tiene el poder de dar vida, de sacarte de cualquier tumba, sólo tiene que pedirlo y verás.

Salmo responsorial: 129
Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Desde lo hondo a ti grito, Señor; / Señor, escucha mi voz; / estén tus oídos atentos / a la voz de mi súplica. R.
Si llevas cuentas de los delitos, Señor, / ¿quién podrá resistir? / Pero de ti procede el perdón, / así infundes respeto. R.
Mi alma espera en el Señor, / espera en su palabra; / mi alma guarda al Señor, / más que el centinela la aurora. / Aguarde Israel al Señor, / como el centinela la aurora. R.
Porque del Señor viene la misericordia, / la redención copiosa; / y él redimirá a Israel / de todos sus delitos. R.


Romanos 8,8-11

8 así, los que están en la carne, no pueden agradar a Dios.
9 Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el
Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo,
no le pertenece;
10 mas si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a
causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia.
11 Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos
habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará
también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en
vosotros.

Los que están en la carne...

Nos dice el apostol que si queremos vivir, hay que dejar el mundo el pecado, es decir estar en la carne, el Espíritu Santo, vivifica, pero por eso hay que renunciar, hay que dejar ese accionar pasado, y si ese espíritu está, se vivirá, no es fácil, pero es una invitación a que lo hagamos, sólo no se puede, por medio del espíritu santo se logra, sólo hay que querer, de corazón dejar la carne, este es el punto que abandonemos esas prácticas y dejemos que Él actúe...

Juan 11,1-45

1 Había un cierto enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de
su hermana Marta.
2 María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con
sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo.
3 Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú
quieres, está enfermo.»
4 Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la
gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»
5 Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.
6 Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más
en el lugar donde se encontraba.
7 Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a
Judea.»
8 Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos
querían apedrearte, ¿y vuelves allí?»
9 Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de
día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo;
10 pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él.»
11 Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a
despertarle.»
12 Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará.»
13 Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba
del descanso del sueño.
14 Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto,
15 y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis.
Pero vayamos donde él.»
16 Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos:
«Vayamos también nosotros a morir con él.»
17 Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro
días en el sepulcro.
18 Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios,
19 y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para
consolarlas por su hermano.
20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro,
mientras María permanecía en casa.
21 Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría
muerto mi hermano.
22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo
concederá.»
23 Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»
24 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el
último día.»
25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí,
aunque muera, vivirá;
26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»
27 Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de
Dios, el que iba a venir al mundo.»
28 Dicho esto, fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El
Maestro está ahí y te llama.»
29 Ella, en cuanto lo oyó, se levantó rápidamente, y se fue donde él.
30 Jesús todavía no había llegado al pueblo; sino que seguía en el
lugar donde Marta lo había encontrado.
31 Los judíos que estaban con María en casa consolándola, al ver que
se levantaba rápidamente y salía, la siguieron pensando que iba al sepulcro
para llorar allí.
32 Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y
le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.»
33 Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la
acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó
34 y dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?» Le responden: «Señor, ven y lo
verás.»
35 Jesús se echó a llorar.
36 Los judíos entonces decían: «Mirad cómo le quería.»
37 Pero algunos de ellos dijeron: «Este, que abrió los ojos del ciego,
¿no podía haber hecho que éste no muriera?»
38 Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al
sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra.
39 Dice Jesús: «Quitad la piedra.» Le responde Marta, la hermana del
muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día.»
40 Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de
Dios?»
41 Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto
y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado.
42 Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos
que me rodean, para que crean que tú me has enviado.»
43 Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!»
44 Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el
rostro en un sudario. Jesús les dice: «Desatadlo y dejadle andar.»
45 Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo
que había hecho, creyeron en él.

Hoy... sal te tu tumbas...

Este relato de la resurrección de Lázaro es toda una catequesis (enseñanza) vemos la preocupación de las hermanas Marta y María, por la salud de su hermano Lázaro, Marta la que se preocupaba por los afanes del día día y María la que le enjugó los pies al Señor... le avisan a Jesús del estado crítico de Lázaro, inmediatamente Jesús explicó que esta enfermedad será un medio para que Dios vía Jesús muestre su gloria, he aquí una catequesis, nos presenta que ahogados en nuestras situaciones si se deposita la confianza en el Señor, se verás la luz que tanto nos hace falta... por eso Jesús esperó dos días mas, para dar tiempo a lo que Él sabía que iba a suceder la muerte de Lázaro, otra enseñanza, cada vez que Jesús permite que nos suceda algo, si estamos actuando conforme a sus preceptos y confiamos en Él siempre nos será mejor... Cuando los discípulos pensaban que Lázaro era dormido que estaba, le reveló la verdad, que había muerto, me imagino la impresión que ellos se llevaron, la duda, como la que le arropó a Marta y María... Jesús llegó y hacía 4 días que había muerto, con olor a putrefacción, partes descompuestas... Pero Jesús momentos antes de levantar a Lázaro de quitar la pierda del sepulcro, había dicho que era la resurrección y la vida... y si lo es, así como limpio a Lázaro de la putrefacción, porque fue lo primero que debió suceder, y luego la vida... así quiere hacer Jesús contigo, limpiar todo lo que te tiene podrido... lo que te ha llevado a la tumba, el quiere quitar esa piedra que te tiene inmerso en el pecado, muerto, para darte vida en abundancia... cree fielmente al Señor, vive tu cristianismo a plenitud, participa de las celebraciones dominicales, intégrate en la vida de la iglesia, sal de la tumba, pero es con Él, creyendo e imitando su proceder...Hoy sal de tu tumba con el poder de Jesús.

Oración.

Padre bueno, necesito fortaleza cada día para no caer, quita de mi aquellas cosas que están podridas, aquellas acciones que me tienen en una tumba, esos chismes, la gula, el deseo desenfrenado por el sexo, la hipocresía, los juegos de azar... dame esa fuerza que me hace falta para quitar esa piedra que me impide ver tu gracia, te lo pido en nombre de tu hijo Jesús. Amén.

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