Isaías 50, 4-9
4 El Señor Yahveh me ha dado lengua de discípulo, para que haga
saber al cansado una palabra alentadora. Mañana tras mañana despierta mi
oído, para escuchar como los discípulos;
5 el Señor Yahveh me ha abierto el oído. Y yo no me resistí, ni me
hice atrás.
6 Ofrecí mis espaldas a los que me golpeaban, mis mejillas a los que
mesaban mi barba. Mi rostro no hurté a los insultos y salivazos.
7 Pues que Yahveh habría de ayudarme para que no fuese insultado,
por eso puse mi cara como el pedernal, a sabiendas de que no quedaría
avergonzado.
8 Cerca está el que me justifica: ¿quién disputará conmigo?
Presentémonos juntos: ¿quién es mi demandante? ¡que se llegue a mí!
9 He aquí que el Señor Yahveh me ayuda: ¿quién me condenará? Pues
todos ellos como un vestido se gastarán, la polilla se los comerá.
Aparente sufrimiento...
Leyendo esta lectura fácilmente te puede provocar un “chock”, es decir tenga una reacción de impacto, ya que la misma presenta lo que debe ser la realidad de todo el que es seguidor del Señor un apararente sufrimiento... si aparente porque esta situación queda justificada en el Señor, si ese sufrimiento es por su causa, ánimo, sigue aguantando, que esa es nuestra realidad, cuantas veces recibo yo, burlas, desprecios, por servir al Señor, a veces la inmadurez del otro en la fe te hiere y te da deseo de querer hechar un “boche de todo el tamaño”, pero no hay que poner la “otra mejilla”, esa es la historia de muchos profetas, fue la vida de Jesús cuando estaba en vida corporal, es mi historia, y es tu historia también, cuando quieres hacer algo, y encuentras trabas, zancadillas, tienes que ser paciente y dejar pasar... ¿fácil? SI TE DIGO QUE SI, te hablo mentira, no, no lo es, pero con la fuerza del Él se puede, te cuento que yo soy un canta malo, pero me encanta cantar, porque el Señor nos manda a que lo alabemos con citaras, panderos e himnos (cantos), Él no te pide que seas un soprano, solo que lo alabes cantando, cuando está en las celebración eucaristíca, cultos, encuentro de oración, hay que cantar aunque sea como yo un “canta malo” porque es para el Señor y es un petición de Él hacia nosotros. Animo, sirve al Señor en los diferentes roles que te toque desempeñar, se un misionero, y no te dejes vencer por las adversidades...
Salmo responsorial 68
Señor, que tu bondad me escuche en el día de tu favor
Por ti he aguantado afrentas, / la vergüenza cubrió mi rostro. / Soy un extraño para mis heermanos, / un extranjero para los hijos de mi madre; / porque me devora el celo de tu templo, / y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R. La afrenta me destroza el corazón, / y desfallezco./ Espero compasión, y no la / hay, / consoladores, y no los encuentro. / En mi comida me echaron hiel, / para mi sed me dieron vinagre.R. Alabaré el nombre de Dios con cantos, / proclamaré su grandeza con acción de gracias. / Miradlo, los humildes, y alegráos, / buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón. / Que el Señor escucha a sus pobres, / no desprecia a sus cautivos. R
Mateo 26, 14-25
14 Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los
sumos sacerdotes,
15 y les dijo: «¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?» Ellos le
asignaron treinta monedas de plata.
16 Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para
entregarle.
17 El primer día de los Azimos, los discípulos se acercaron a Jesús y
le dijeron: «¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el
cordero de Pascua?»
18 El les dijo: «Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: “El Maestro
dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis
discípulos.”»
19 Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y
prepararon la Pascua.
20 Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce.
21 Y mientras comían, dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me
entregará.»
22 Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy
yo, Señor?»
23 El respondió: «El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése
me entregará.
24 El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel
por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no
haber nacido!»
25 Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: «¿Soy yo acaso,
Rabbí?» Dícele: «Sí, tú lo has dicho.»
Ah!!! la hipocresía...
Verdad que Judas es un personaje “apretao” y con agallas, porque tiene el valor de preguntarle a Jesús de que si es Él el que va a entregar a Jesús, después de que ya negoció con los sacerdotes Judíos (que nada tiene que ver con los sacerdotes de los cristianos católicos), pero a si actúan las personas seducidas por el enemigo, como el caso de Judas, detrás de esta relato vemos una enseñanza importante y es la actitud de Jesús, siempre alegre, activo, transparente, haciendo lo que tenía que hacer a los que vivo aquí en la tierra, llevar el mensaje del padre, dejar su legado, decir la verdad, sorteando las adversidades, enfrentando a los hipócratas, y es nuestro mensaje, haz lo que te corresponde ejecutar en los diferentes de tu vida, sabiendo que la hipocresía de otros estará presente y hay que actuar como Jesús, es nuestra encomienda como cristianos, “aguantar”por el reino de los cielos....
Oración
Padre de verdad, de corazón otorgarnos esa capacidad de aguante que tenía Jesús tu hijo, permite que reaccionemos como tu quiere, con amor, dame esa entereza que tanto hace falta para no insultar al que me insulte, para no odiar al que me odia, para no ser hipócrita para el que lo es conmigo. Te lo pido en nombre de tu hijo Jesús. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario