Lecturas de la biblia, explicada para el día 8 de abril (viernes)

Sabiduría 2,1a.12-22

1 Porque se dicen discurriendo desacertadamente: 12 Tendamos lazos al justo, que nos fastidia, se enfrenta a nuestro modo de obrar, nos echa en cara faltas contra la Ley y nos culpa de faltas

contra nuestra educación.

13 Se gloría de tener el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo

hijo del Señor.

14 Es un reproche de nuestros criterios, su sola presencia nos es

insufrible,

15 lleva una vida distinta de todas y sus caminos son extraños.

16 Nos tiene por bastardos, se aparta de nuestros caminos como de

impurezas; proclama dichosa la suerte final de los justos y se ufana de tener

a Dios por padre.

17 Veamos si sus palabras son verdaderas, examinemos lo que pasará

en su tránsito.

18 Pues si el justo es hijo de Dios, él le asistirá y le librará de las

manos de sus enemigos.

19 Sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y

probar su entereza.

20 Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le

visitará.»

21 Así discurren, pero se equivocan; los ciega su maldad;

22 no conocen los secretos de Dios, no esperan recompensa por la

santidad ni creen en el premio de las almas intachables.

El sabor que deja...

Esta lectura, vemos el sabor que deja la envidia, pero esta no es un envida de vienes materiales, es la envidia que mas daño hace, la envidia, el celo por la gracia que Dios pone en los demás, estas intenciones presentadas en este relato, lo vemos a diario, cuando una persona por la gracia divina es fiel al Señor, se le pone gancho, trampas para ver si caen, es que ese es el sabor que deja, el de no estar a los pies del Señor, aunque se esté dentro de una iglesia, el sabor de la tristeza, de la amargura, por ver el progreso y avance del otro... pero esto se da también en el plano laboral, en las familias... y “ojo” con esto, quitate ese sabor de tu vida, deja al Señor actuar en el otro, y mejor aún en ti, solo tiene que permitir que Él entre en tu vida, que te llene de su Espíritu, para que ese sabor que deja Él estar envidiando, deseando el mal, se aparte de tu vida...

Salmo responsorial: 33

El Señor está cerca de los atribulados.

El Señor se enfrenta con los malhechores, / para borrar de la tierra su memoria. / Cuando uno grita, el Señor lo escucha / y lo libra de sus angustias. R.

El Señor está cerca de los atribulados, / salva a los abatidos. / Aunque el justo sufra muchos males, / de todos lo librará el Señor. R.

Él cuida de todos sus huesos, / y ni uno solo se quebrará. / El Señor redime a sus siervos, / no será castigado quien se acoge a él. R.

Juan 7,1-2.10.25-30

1 Después de esto, Jesús andaba por Galilea, y no podía andar por

Judea, porque los judíos buscaban matarle.

2 Pero se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.

10 Pero después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces él

también subió no manifiestamente, sino de incógnito.

25 Decían algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren

matar?

26 Mirad cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán

reconocido de veras las autoridades que este es el Cristo?

27 Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el

Cristo, nadie sabrá de dónde es.»

28 Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: «Me

conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta;

sino que verdaderamente me envía el que me envía; pero vosotros no le

conocéis.

29 Yo le conozco, porque vengo de él y él es el que me ha enviado.»

30 Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía

no había llegado su hora.

No he venido por mi cuenta...

Jesús plantea que Él no viene por su cuenta, y quien lo envía ellos no lo conocen, esta es la parte histórica del relato, que es el Padre altísimo el que lo dirige, la situación que se daba con los judíos de ese entonces y de la mayoría de esta época, que no reconocen que Jesús es el Mesías, el justo, el enviado por el Señor, el Dios-hombre, mencionado por los profetas, y esto se da ahora también además de la comunidad judía, se habla de Dios, de Jesús, se visita tu templo, es decir las iglesias pero no se le reconoce, no se admite ni se acepta como único medio para la salvación y en lo que llega el día en que él pide por la vida, lo que deja aquí en la tierra que es vivir a plenitud divina, como un pesado del cielo en la tierra, por el hecho de tenerlo a Él como norte, todo es diferente, y no es que los problemas desaparecen, no, es que con Él es diferente la carga es más ligera... conócelo de corazón y verás...

Oración

Padre celestial, quita de mí cualquier signo de envidia, de obstrucción visual, de amargura, pensamientos oscuros, que impidan ver tu gracia en la vida de mis semejantes, que yo pueda verte a través de las acciones de ellos, dame tu paz y reconciliación. Te lo pido en nombre de tu hijo Jesús. Amén.