Lecturas de la biblia con sus reflexiones para el jueves 17 de marzo

Ester 14,1.3-5.12-14

1.Por su parte, la reina Ester se refugió en el Señor, presa de mortal angustia.3.y suplicó al Señor, Dios de Israel, diciendo: «Mi Señor y Dios nuestro, tú eres único. Ven en mi socorro, que estoy sola y no tengo socorro sino en ti,4.y mi vida está en peligro.5.Yo oí desde mi infancia, en mi tribu paterna, que tú, Señor, elegiste a Israel de entre todos los pueblos, y a nuestros padres de entre todos sus mayores para ser herencia tuya para siempre cumpliendo en su favor cuanto dijiste.
12.Acuérdate, Señor, y date a conocer en el día de nuestra aflicción; y dame a mí valor, rey de los dioses y señor de toda autoridad.13.Pon en mis labios palabras armoniosas cuando esté en presencia del león; vuelve el odio de su corazón contra el que nos combate para ruina suya y de los que piensan como él.14.Libranos con tus manos y acude en mi socorro, que estoy sola, y a nadie tengo, sino a ti, Señor.

Palabras armoniosas...

El título de esta reflexión es una de las peticiones de de la reina Ester al Señor, y ahí una enseñanza, cuando tenemos frente al león como ella lo expresa, el “león” para nosotros es una persona que nos ha hecho daño, una situación de tensión, presión, desesperación, angustia, y eso es lo que hay que hacer pedir al Altísimo palabras armoniosas, que estoy seguro que es lo contrario de lo que la mayoría hacen, los que me conocen saben que el El Señor en su bendita e infinita misericordia me ha regalado esa gracia, de decir palabras de armonía de paz hacia los demás y estamos llamado a ello. Esta historia nos deja otra enseñanza y es que el refugio en momentos de situaciones es a donde Dios que hay que buscarlo, pero hacerlo con un corazón manso y de sinceridad...

Salmo responsorial: 137

Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón; / delante de los ángeles tañeré para ti, / me postraré hacia tu santuario. R.

Daré gracias a tu nombre, / por tu misericordia y tu lealtad; / cuando te invoqué, me escuchaste, / acreciste el valor en mi alma. R.

Tu derecha me salva. / El Señor completará sus favores conmigo: / Señor, tu misericordia es eterna, / no abandones la obra de tus manos. R.

Mateo 7,7-12

7 «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.

8 Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al llama, se le

abrirá.

9 ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé

una piedra;

10 o si le pide un pez, le dé una culebra?

11 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros

hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a

los que se las pidan!

12 «Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres,

hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas.

Pide, se te dará... no es un intercambio...

Esta instrucción de Jesús de que pida y se te dará, es así de simple, es una muestra de fe, el que busca, implora, pero esa aseveración de Jesús se ha convertido para mucho en un arma de de doble filo, piden y piden, el problema está en lo que piden, dinero, número de la lotería, mujeres, o peor se realiza una practica piadosa como si fuese un intercambio, eso no es así, el nos pide que lo hagamos con fe, pero nuestro corazón tiene que estar limpio, sin maldad alguna, lleno de arrepentimiento... Él sabe todo lo que necesita cada ser humano, pero el insiste que se lo pidamos y es a mi parecer para ver que tan sincero somos nosotros, y hasta para ver podría decir yo, que tanto lo apreciamos a Él, y a través de la petición que hagamos refleja la forma en que lo valoramos a Él... pide y pide con fe... pero sabiendo que Él no solo está en tus momentos de necesidades que no debemos buscarlo a Él solo en esos momentos, sino siempre...

Oración

Padre bueno, danos constancias, perseverancia, sabiduría, para ir a donde ti en todo momento y no cuando estemos sediento de ti, que de nuestros labios salgan palabras de aliento, de paz, de amor, para así reflejar tu habitad en nosotros. Te lo imploro en nombre de tu hijo Jesús. Amén.