Meditación y lectura correspondiente al día 5 de febrero

Hb 13, 15-17.20-21

15 Ofrezcamos sin cesar, por medio de él, a Dios un sacrificio

de alabanza, es decir, el fruto de los labios que celebran su nombre.

16 No os olvidéis de hacer el bien y de ayudaros mutuamente; ésos

son los sacrificios que agradan a Dios.

17 Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues velan

sobre vuestras almas como quienes han de dar cuenta de ellas, para que lo

hagan con alegría y no lamentándose, cosa que no os traería ventaja alguna.

20 Y el Dios de la paz que suscitó de entre los muertos a nuestro

Señor Jesús, el gran Pastor de la ovejas en virtud de la sangre de una

Alianza eterna,

21 os disponga con toda clase de bienes para cumplir su voluntad,

realizando él en nosotros lo que es agradable a sus ojos, por mediación de

Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

La fórmula...

Una fórmula es un conjunto de elementos o acciones con el objetivo de obtener un resultado en específico... para no caer en sobrepeso la fórmula sería mantener una dieta balanceada y una rutina sistemática de ejercicios... caminata, aeróbicos... pesas... para ser un buen estudiante la fórmula es dedicar por lo menos dos horas diarias a la lectura de los temas de interés... preferiblemente a la misma hora... casi todo lo que ingerimos... medicamentos... tratamientos para el cuidado de nuestro cuerpo... son resultados de fórmulas... ¿qué pasaría si a la fórmula para el cuidado del cabello le falte un componente?

La fórmula para agradar al Señor es hacer un sacrificio de alabanza... adorarlo... alabarlo sin cesar...también de hacer el bien a los demás... muchos piensan que hacer el bien es dar una limosna... necesariamente no es eso... es no robarle la paz, no ser motivo de pleitos al otro... es no poner un radio a todo volumen para que moleste a los demás... claro hay que ser solidario... pero también hay que respetar... no chismear... la obediencia a sus sacerdotes, pastores, diáconos, ministros... dirigentes de grupos... movimientos... comunidades... cumplir con los preceptos del Señor... todo esto es parte de la fórmula para alcanzar la salvación... para tener un vida plena aquí en la tierra para agradar al Altísimo...

Mc 6, 30-34

30 Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que

habían hecho y lo que habían enseñado.

31 El, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar

solitario, para descansar un poco.» Pues los que iban y venían eran muchos,

y no les quedaba tiempo ni para comer.

32 Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario.

33 Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron

allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos.

34 Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues

estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas

cosas.

Hambre de enseñanzas...

Aunque quizás para muchos esta afirmación le resulte incrédula... pero no es así... el ser humano tiene hambre de aprender... de personas con liderazgo infundido por Dios... capaz de transmitir las enseñanzas que por la gracia del Señor lo ha recibido... observa que si en tu zona hay una persona con el carisma de comunicar... encuentra quien le siga... que no es revoltoso... calmado... siempre hay personas buscándolo... ahí se está enseñando... y todo el que enseña algo bueno... encuentra seguidores... y lo bueno es seguir a Cristo... esta lectura es una invitación a que te llene de las enseñanzas de quien lo sabe y controla todo que es el Señor por mediación de su hijo Jesús...